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Las emociones sin resolver y los cierres necesarios para ello

Para Carolina Arruiz (‘Caro’ para todos) la intuición ha sido una gran actora en buena parte de su vida. En 2022 viajó a Europa, con la íntima percepción de que ese viaje “me iba abrir al...

Las emociones sin resolver y los cierres necesarios para ello

Para Carolina Arruiz (‘Caro’ para todos) la intuición ha sido una gran actora en buena parte de su vida. En 2022 viajó a Europa, con la íntima percepción de que ese viaje “me iba abrir al...

Para Carolina Arruiz (‘Caro’ para todos) la intuición ha sido una gran actora en buena parte de su vida. En 2022 viajó a Europa, con la íntima percepción de que ese viaje “me iba abrir algo” dice; estando precisamente en Portugal, recibe en su celular una invitación publicitaria a escribir su propio libro, ‘tu propia historia’ decía el anuncio.
De regreso al país inició la búsqueda para crear su obra. Por sugerencia de la escritora Adriana Romano dio con ‘Taco de reina’ una editorial encargada de la impresión de libros de baja tirada, especialmente dedicada a autores que como ella necesitan de ese tipo de aliado para llevarla a cabo.

Interrogada en ‘Temprano para todo’ (Supernova 97.9) por qué su inclinación a las letras siendo Profesora de Educación Física, con orientación hoy a la enseñanza de Yoga, respondió que: “las letras tienen movimiento y danzan y comunican y forman todo un movimiento físico porque lo que leemos y escribimos impacta en nuestro cuerpo y encuentro esa relación desde el movimiento físico con la escritura y también poner en palabras tiene que ver con que el cuerpo se pueda expresar”.
¿Qué querías contar en tu libro? “Quería transmitir mi historia y que este libro pueda ayudar a personas que pasen por lo mismo o que estén atravesando un tipo de transformación similar” y agrega “quería hablar sobre muertes por eso el título del libro La muerte como maestra”.

“Todos hemos transitado muertes en la vida” dice Caro y completa “de seres queridos o del entorno, tanto del ambiente o del sistema, pero también de uno mismo porque uno se transforma con esa muerte (o esas) y ya no es la misma persona”.
¿Hablas de temas tabúes, como el suicidio, por qué?
•⁠ ⁠“Porque en mi familia los hubo y es hablar y contar lo que muchas veces se calla”.
“En octubre de 2016 -sigue contando Caro- hago una terapia que se llama biodescodificación (nota de la redacción: La biodescodificación es una terapia que se basa en la comprensión de que muchos trastornos físicos son la manifestación de conflictos internos no resueltos) y fui porque me sentía muy vacía y necesitaba sanar algo y la profesional que me atendió me dijo que también tenía que ayudar a sanar a mi papá, porque él no tuvo una identidad con base segura”.

El papá de Caro era Raúl Arruiz (‘Raulito’) conocido en La Niña, donde vivió y en Quiroga, donde solía concurrir, residente en 9 de Julio, arquero de fútbol. En aquel momento para Carolina, ya toda una mujer de 24 años y que estudiaba en Junín, ocurrió, uno de los momentos más lindos de su existencia.
El padre de Carolina tenía 30 años cuando tuvo la oportunidad de conocer a su propio padre. En La Niña y Quiroga todos sabíamos o creíamos saber quien era el padre de ‘Raulito’ pero no sabíamos que él lo sabía. El médico veterinario Rodolfo Sergio González, de reconocido prestigio en la profesión es a quién menciona Caro en su relato. A partir de aquel primer encuentro ‘Raulito’ se dispuso a disfrutar de él, algo que apenas logró, ya que Sergio falleció pocos años después.
Desde pequeña, cuenta Carolina, podía ver la tristeza en los ojos de su papá, un ser reservado, muy introspectivo con una identidad no lograda a tiempo.
Y también acumulaba la pena causada por la imposibilidad despedirse adecuadamente de aquel padre con el que había compartido un tiempo muy corto. Quedaron palabras sin decir que se reflejaban en su semblante.
“Sabía del dolor de mi papá por no haber podido darle su adiós», evoca Caro. «Su padre, mi abuelo que poco conocí, está en el cementerio de Quiroga. Entonces, mi idea siempre había sido proponerle algún día ir juntos para que pueda despedirse de la forma que lo hubiera deseado. Llegué el 16 de diciembre de 2016 a 9 de Julio y le propuse ir al cementerio de Quiroga”. La intuición volvía a hacerse presente: “tiene que ser antes de Navidad” me dijo e inmediatamente el 17 ya estábamos viajando a Quiroga”.

¿Por qué antes de Navidad? “yo también me lo pregunté y la respuesta se manifestó por los hechos días después”.
“Había muchas emociones sin resolver” sigue diciendo Caro, pero en ese viaje era otra persona. Un niño feliz que me iba contando toda su infancia, sus juegos y compañeros de escuela. Fuimos al cementerio, pero en algún momento me dijo que quería estar solo un momento, Se me llenó el corazón. Se trató de una despedida. Volvimos y era otra persona. Estaba feliz. Era el cierre de una historia”.
El destino tenía reservada la respuesta de aquel “pero tiene que ser antes de navidad” pronunciado por su padre. El 25 de diciembre, una semana después de la visita a Quiroga, su padre se descompuso fuertemente y hubo que internarlo: sus últimas palabras fueron ‘vamos a volver muchas veces más a Quiroga, te quiero mucho Carito’ me dijo, me dio un beso y se durmió y muere 21 días después el 13 de enero de 2017. Fue tan fuerte el impacto, porque no podía explicar lo que había pasado en menos de un mes. Sentía culpa por haberlo llevado, pero después entendí que él tenía que cerrar ese capítulo para irse en paz”.

Caro explica que la idea del libro, que presentará el sábado 18 de octubre en la biblioteca popular ‘Armonía Gago de Schetjman’ de Quiroga es la de “poder acompañar a las personas, ayudar a como hacer un cierre, para hacer una transformación, para pedir ayuda y la verdad es que las herramientas están y eso es lo que quiero transmitir en el libro”

Fuente: https://www.semanarioextra.com.ar/las-emociones-sin-resolver-y-los-cierres-necesarios-para-ello/

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